top of page

Mikis Theodorakis (Μίκης Θεοδωράκης)

  • Foto del escritor: Juan Pedro González
    Juan Pedro González
  • 21 nov 2021
  • 4 Min. de lectura

El día 2 de septiembre de 2021 falleció en Atenas a la edad de 96 años Mikis Theodorakis (o Mikis, el «regalito de Dios», según la etimología de su apellido). Theodorakis, compositor y activista político, logró convertirse en una leyenda para la música y para la historia universal, pues a través de sus composiciones logró crear una identidad para un país entero que no hacía ni cien años que acababa de nacer.


Oriundo de la isla de Quíos, al igual que el poeta Homero según la tradición, nació el 29 de julio del año 1925. Su infancia estuvo marcada por los principales acontecimientos que estaban ocurriendo en Europa: la Primera y Segunda Guerra Mundial, la reciente incorporación del territorio de Tracia y Macedonia dentro de las fronteras de Grecia bajo el gobierno de Eleftherios Venizelos y la fuerte presencia ortodoxa en el país. Desde pequeño, Theodorakis mantuvo una estrecha relación con el mundo del folklore griego y el mundo ortodoxo y esto quedó bastante reflejado en la mayoría de sus composiciones musicales. Con la llegada de los años treinta, Grecia se adentró en unos años bastante oscuros para toda la población, pues llegó la dictadura fascista de Metaxás y, posteriormente, la guerra greco-italiana que acabó con la intervención de la Alemania nazi y finalmente con la ocupación del país por las potencias del Eje. Durante los años de ocupación, Theodorakis formó parte de la resistencia y esto lo llevó a ser encarcelado y torturado en diferentes campos de concentración que se crearon por toda Grecia. Cuando el país se liberó del yugo las grandes potencias fascistas en el año 1944, Theodorakis abandonó el país para completar y perfeccionar su formación musical.


Fotografía: Theodorakis y Melina Mercouri (derecha/abajo)


En el año 1954 obtuvo una beca para estudiar en los mejores conservatorios de París y tan solo tres años después obtuvo el Premio de Música de Moscú por su composición Suite nº 1 para piano y orquesta. Durante su estancia en Francia, no solo mejoró sus conocimientos y técnica musical, sino que se empezó a dar a conocer su personalidad fuera de las fronteras de su país. En el año 1960, con tan solo 35 años, Mikis Theodorakis volvió a su amada Grecia y revolucionó por completo el panorama musical y cultural de entonces. Compuso una pieza musical del poema Epitafios (Επιτάφιος), del poeta Yiannis Ritsos. Su música, influenciada por el folklore griego y los cantos eclesiásticos, lo llevó a formar parte del círculo de intelectuales, conocidos con el nombre de Νεο Κύμα (La nueva ola), que intentaban buscar nuevas formas en cualquier representación artística, ya fuera música, pintura, literatura…

Fotografía: Theodorakis pronunciando un discurso por el asesinato del diputado Grigoris Lambrakis


Una vez establecido en Atenas, fundó la primera orquesta sinfónica de la ciudad, donde no solo se dedicó a la composición de piezas musicales a partir de obras poéticas de autores griegos como Ritsos, Seferis o Elytis, sino que, además, introdujo al país heleno a autores como Federico García Lorca o Pablo Neruda. Con la llegada de los años sesenta, concretamente en 1963, fundó las Juventudes de Lambrakis tras el asesinato del diputado y atleta Grigoris Lambrakis en la ciudad de Tesalónica. Este asesinato dejó ver la corrupción y represión que se estaba ejerciendo por parte de organizaciones estatales y que posteriormente culminaría con el golpe de los coroneles en el año 1967. Esta organización, por tanto, luchaba y se manifestaba por la libertad y, posteriormente en la dictadura, por la democracia. Un año más tarde, en el 1964, tuvo lugar el estreno internacional de la película Zorba el griego, dirigida por Michael Cacoyannis y basada en la novela homónima de Nikos Kazantzakis. La banda sonora, que estuvo a cargo de Theodorakis, incluye la famosa melodía del sirtaki, que fue creada especialmente para la película y que, tras el estreno de esta, se convirtió en un símbolo de Grecia para el resto del mundo. A pesar de ser la canción griega más conocida internacionalmente, dentro del país no tiene tanta importancia en comparación con otras canciones tradicionales.

Fotografía: fotograma de la película Zorba, el griego


Tres años más tarde, en 1967, tras el golpe militar dirigido por Giorgos Papadopoulos, Theodorakis fue desterrado junto con su familia a un pequeño pueblo del Peloponeso, aunque no tardarían en condenarlo y encarcelarlo en diferentes cárceles y campos de concentraciones que habían vuelto a abrir en el país. Durante su encarcelamiento, Theodorakis se dedicó a componer canciones que más tarde fueron interpretadas desde el exilio por personalidades como Melina Mercouri. Cada una de estas canciones trataban (y tratan) temas como el de la libertad o de la historia de Grecia. Un ejemplo es la composición musical que lleva por título «Oh pueblo torturado, nunca olvides Oropos», haciendo referencia a la masacre de la ciudad griega de Oropos durante la ocupación. En 1970, cuatro años antes de la caída de la dictadura, logró exiliarse a Francia y continuar su lucha en contra de la dictadura desde el exilio, donde participó y organizó grandes manifestaciones en Europa y América. Durante este tiempo también se dedicó a traducir y a componer piezas musicales para obras literarias de Pablo Neruda y Federico García Lorca, este último, tras su asesinato en España, se convirtió en un símbolo contra el fascismo en toda Grecia. Algunos títulos más conocidos son: Της δικαιοσύνης ήλιε νοητέ, Ένα το χελιδόνι y Αστέρι μου, φεγγάρι μου.


Con la vuelta de la democracia al país en el año 1974, Theodorakis regresó a Grecia al igual que muchos compatriotas que se encontraban entonces exiliados, entre ellos, el político Constantinos Karamanlis. En los años posteriores, ocupó diferentes cargos políticos, entre los que destaca su papel como ministro durante el gobierno de coalición de Constantinos Mitsotakis. Sus últimos años de vida los dedicó a promover el mensaje de paz entre las naciones y en Grecia, así como su continuo descontento por los políticos que gobernaban su país y que la llevaron a la crisis de la deuda económica en el año 2009. En 1983 recibió el premio Lenin de la Paz. Su muerte supuso uno de los golpes más duros para la cultura griega, pues fue una de las personalidades griegas más importantes y queridas durante el siglo XX y XXI. Su cuerpo fue enterrado en la isla de Creta junto a su familia y se decretaron en todo el país tres días de luto nacional.


 
 
 

Commentaires


Si tienes alguna curiosidad o sugerencia, pregúntame
Αν έχετε καμία πρόταση, πείτε μου

¡Gracias por tus comentarios!

© 2023 by Train of Thoughts. Proudly created with Wix.com

bottom of page