Dictadura de los Coroneles (Χούντα των Συνταγματαρχών/Χούντα/Καθεστώς των Συνταγματαρχών)

La dictadura de los años 60 y 70 en Grecia, conocida en griego como Junta o Dictadura de los coroneles, fue un régimen dictatorial que se estableció en el país durante siete largos años. Esta dictadura se debió en gran parte a la gran división política y social que había en el país y que tuvo su origen ya en la Gran Catástrofe de Asia Menor. Tras la retirada de las fuerzas del Eje, Grecia se vio sumida en una guerra civil, conocida como Dekemvriana (Δεκεμβριανά), que dejó al país aún más separado. Tras finalizar la guerra civil, fueron muchísimas las leyes y represiones que hubo dentro de Grecia a personas que habían pertenecido o pertenecían al sector comunista, ya que fueron declarados culpables de los problemas internos de Grecia y de haber llevado al país a una guerra civil. Con la llegada de la década de los cincuenta y los sesenta, las represiones políticas e intentos de asesinato a importantes figuras de la época fueron en constante aumento.

Uno de los primeros sucesos que ocurrió a comienzos de los años sesenta y que ya dejó ver la corrupción que se estaba dando en el gobierno griego fue el asesinato del diputado, médico y atleta olímpico Grigoris Lambrakis en el año 1963. El diputado y activista del EDA, que ya había realizado varias campañas años atrás mostrando su oposición a las políticas estadounidenses, como por ejemplo el ingreso de Grecia en la OTAN, fue asesinado en la ciudad de Tesalónica tras pronunciar en una conferencia su opinión acerca de la situación política de Europa y cómo debía actuar Grecia. La noche de su asesinato, el gobierno griego, así como los altos cargos de la gendarmería, ocultaron toda la información y el caso nunca se llegó a resolver hasta una vez acabada la dictadura en el año 1974. Tras el asesinato de Lambrakis, el compositor griego Mikis Theodorakis, fundó las Juventudes de Lambrakis, mediante la que pretendió promover el mensaje y la política del diputado asesinado. Junto a este suceso, en el año 1965, se produjo de nuevo otro asesinato en la ciudad de Atenas, el del estudiante Sotiris Petroulas, que se encontraba en una manifestación sobre la denominada Apostasía Real. Este suceso supuso un punto clave para el posterior golpe de estado, pues el rey depuso al primer ministro, Giorgos Papandreou y otorgó el control al presidente Ioannis Paraskevopoulos. Esto dio lugar a una gran crisis constitucional.

Durante los años anteriores al golpe, el político Giorgos Papandreu, que había formado la Unión de Centro (Ένωσις Κέντρου), ganó las elecciones y se convirtió así en primer ministro de Grecia, aunque no fuepor mucho tiempo, ya que en 1964 declaró su intención de despedir a los oficiales del IDEA. Motivo que desencadenó la crisis constitucional hasta llegar a la apostasía real. Una vez que Paraskevopoulos tomó las riendas del país como primer ministro, se convocaron unas nuevas elecciones en mayo del 1967, las cuales nunca llegaron a celebrarse. Las encuestas daban de nuevo la victoria al partido de Giorgos Papandreu, Unión de Centro, pero como no creían que no conseguiría una mayoría absoluta, los partidos de la oposición creyeron que formaría una alianza con la Izquierda Democrática Unida, partido vinculado a miembros del Partido Comunista (KEE), por aquél entonces entonces prohibido. Esto, sin duda alguna, sirvió como pretexto y excusa para el posterior golpe de estado.

Dado que la inestabilidad política comenzó a notarse en todo el país, el rey Constantino (hermano de la reina Sofía de España) exigió al político Constantinos Karamanlis que volviera al país, ya que este se encontraba exiliado, pero Karamanlis exigía que estableciera la Ley Marcial antes de su regreso a Grecia, cosa que nunca llegó a hacer Constantino. Por lo tanto, un mes antes de las elecciones convocadas en mayo, el coronel Giorgos Papadopoulos, el general Stylianos Pattakós y el coronel Nikolaos Makarezos reunieron alrededor de cien tanques en la capital griega con el único objetivo de tomar y hacerse con el control del Ministerio de Defensa heleno. Spandakis, confidente del rey Constantino fue reemplazado de su puesto por Odiseas Angelis para apoyar al golpe y que así no se impidiera por altos cargos. Fue entonces, el día 21 de abril de 1967, cuando comenzó la dictadura.

La dictadura, que no contó con el apoyo ni del pueblo ni de ningún sector político, se estableció por completo en todo el país y se llevaron a cabo fuertes medidas de represión. Los campos de concentración que se crearon en época de la ocupación volvieron a abrirse para ser utilizados como cárceles y sitios de tortura. Las obras literarias clásicas y modernas, la música de compositores como Theodorakis o el cine fueron completamente prohibidos. Los coroneles pretendieron, sin lugar a dudas, hacerse con todos los medios de comunicación y dejar a Grecia aislada de cualquier noticia del resto de Europa. Grandes personalidades de la época como el autor Vasilis Vasilikós o la cantante y actriz Melina Mercouri se vieron obligados a exiliarse del país por miedo a la tortura o al asesinato.

Pero no todo todo salió como los coroneles querían, pues durante los primeros años de la dictadura, surgió una revuelta, conocida como insurrección de la marina, dada la oposición que existía dentro del ejército, los militantes oficiales de aviación se unieron a la causa en contra del gobierno golpista. Se llevaron a cabo varios intentos de asesinato y secuestro al coronel Papadopoulos, aunque todos ellos fallidos. La única intención de la revuelta fue liberar al país de la dictadura, pero finalmente acabó fracasando. La dictadura, que tomaba cada vez más fuerza, renovó a toda la oposición y consolidó así el régimen. Durante los siete años que duró la dictadura, se llevó también a cabo la ejecución de todos los defensores de los Derechos Humanos o de cualquier persona que perteneció alguna vez a algún grupo político de izquierdas. La oposición era continuamente vigilada, encarcelada en las islas o, en la mayoría de los casos, torturados hasta la muerte. Con la llegada de la dictadura al país, la libertad quedó completamente aniquilada.

Durante los siete años de dictadura, se produjeron, además, varias manifestaciones en contra del régimen, pero fueron rápidamente sofocadas por la policía y las fuerzas del estado. Las más simbólicas fueron durante los funerales del político Giorgos Papadopoulos, apodado posteriormente como «el anciano de la democracia» y el del poeta Giorgos Seferis, donde se realizaron grandes convocatorias y manifestaciones en contra de la dictadura. En estos años, durante una manifestación convocada en Atenas por un grupo de ciudadanos, Alexandros Panagoulis intentó asesinar al coronel Papadopoulos. El coronel ordenó su muerte de inmediato ya que salió ileso, pero la opinión pública internacional impidió su ejecución. Esto no impidió que fuera torturado durante todos los años de dictadura. Panagoulis murió dos años después de acabar la dictadura en circunstancias extrañas en un accidente de tráfico. Medios helenos señalan que fue asesinado por parte del gobierno por poseer información sobre altos cargos del gobierno de la república que estaba forjándose por entonces.

Pero, sin duda, la manifestación más importante, que ocurrió a finales de la dictadura, fue la revuelta en la Universidad Politécnica de Atenas (Εξέγερση του Πολυτεχνείου), en la que participó una gran cantidad de estudiantes que se mostraban contrarios al estado y se autodenominaban como Ελέυθεροι Πολιορκημένοι (Asediados Libres). Comenzaron por la falta a las clases de la universidad. La mañana del 14 de noviembre de 1973, los alumnos se encerraron con una radio que retransmitía a varias zonas de la capital y colgaron por toda la universidad carteles donde proclamaban la vuelta de la democracia y derechos fundamentales a todo el país. El gobierno no tardó en reaccionar y se adentró con tanques en la facultad y derribó los muros de la universidad acabando con la vida de varios estudiantes. Se llevó a cabo una masacre en varios puntos de la capital. Algunos datos ofrecen cifras de miles de heridos y casi una centena de fallecidos, entre ellos un joven de 19 años y un niño de 5 años.

Pero no será hasta un año más tarde, en 1974, cuando los coroneles pensaron que saldrían de la crisis interna con una victoria militar donde tomaría importancia la enosis, esto es, el movimiento que buscaba la unión y anexión de Chipre a Grecia. Acordaron por tanto la toma y posesión de Chipre mediante otro pequeño golpe de estado dentro de la isla, la cual estaba gobernada por el político y cura ortodoxo Makarios III. Chipre, además, contaba una minoría turca casi del 20%, así pues, cuando los coroneles se adentraron en la isla con los tanques para hacerse con el poder, Turquía ordenó entrar a su ejército en la isla para así defender a esa minoría. Esto ocasionó la división de Chipre en dos partes y la proclamación por parte de Turquía de la República Turca del Norte de Chipre, aunque no fue, ni ha sido reconocida internacionalmente excepto por Turquía. Esta división de la isla aún sigue estando presente en la actualidad. Este suceso dio lugar a que la oposición, que luchaba por la democracia, se hiciera con el poder y derrocara así al gobierno. Por lo que el golpe en la isla de Chipre ocasionó la total derrota de la dictadura.

Posteriormente a la caída del gobierno, el político Karamanlis, que años atrás se mostró desde su exilio contrario al régimen, volvió al país. Fundó el partido político Nueva Democracia (Νεα Δημοκρατία), principal fuerza política del país hoy en día. Una vez finalizada la transición a la democracia, conocida con el nombre de metapolitefsi (Μεταπολίτευση), se instauró finalmente la Tercera República Helena. Los golpistas y comandantes fueron condenados a prisión permanente y algunos de ellos incluso al exilio, aunque muchos de ellos perdieron la vida. Los coroneles, tras ser acusados y condenados el resto de su vida, fallecieron entre finales de los 90 y comienzos del nuevo siglo. El último de ellos fue Stylianos Pattakós en el año 2016 a la edad de 103 años. En el año 1980, Nikolaos Michaloliakos, fundó el partido político de extrema derecha Amanecer Dorado (Χρυσή Αυγή), tras coincidir en prisión con los altos cargos políticos de la dictadura. Este partido, que bebió de las ideas de la dictadura y llegó a ser una de las principales fuerzas políticas en Grecia, fue declarado como una organización criminal en el año 2020 por el asesinato del cantante de rap Pavlos Fyssas.